Miguel Angel Asturias y su arte de novelar

Ensayo. Yeo Cruz; poeta e investigador Barquisimetano.

Una presentación breve de Miguel Ángel Asturias se resume en las siguientes líneas: Nació el 19 de octubre de 1899 en ciudad de Guatemala y falleció en Madrid, España, el 9 de junio de 1974. Hijo de la maestra María Rosales y del abogado Ernesto Asturias. Fue poeta, cuentista, novelista, dramaturgo, ensayista y conferencista. Desempeñó cargos como Político y Diplomático (Agregado Cultural en México, 1945- 47; Ministro Consejero en Argentina; Ministro Consejero en París; Embajador en El Salvador). Ministro de Educación en Guatemala. Estudió medicina y se cambió para derecho, obtuvo el título en 1922. Doctorado en filosofía, 1932. En 1923 viaja a Europa. Funda la “Asociación de estudiantes latinoamericanos”. En 1933 regresa a Guatemala, publica varios poemas y realiza el programa radial “Diario del Aire”, donde combate la dictadura. En 1949 muere su padre y ese año se casa y tiene dos hijos. Viaja por América, Africa, China y Europa. En su haber literario se hizo merecedor de muchas distinciones, entre las que resaltan: Premio “Sylla Monsegur” de Novela extrajera, Francia 1931, con Leyendas de Guatemala. Premio de Novela extranjera, Francia 1952, con Señor Presidente. Premio Lenin de la Paz, 1966. Premio Nobel de Literatura, 1967. “Honoris causa, Universidad de Venecia, 1972. Homenaje póstumo, Biblioteca Nacional, París. 09 de julio 1974.

Sin duda, este escritor latinoamericano logró desarrollar una abundante y significativa obra literaria, pues además de haberse formado con una amplia cultura, cultivó acertadamente varios géneros literarios. ¿Cómo llegó a convertirse en destacado representante del modelo fantástico, o mejor del realismo mágico en Hispanoamérica?

Una de las respuestas, se explica de esta manera: Las corrientes artísticas y literarias que encarnaban tendencias vanguardistas como el cubismo francés, el ultraísmo español y el subrrealismo, llegan al continente hispano en los primeros 20 años del siglo XX. Estos movimientos dan origen al modo narrativo hispanoamericano conocido como el realismo mágico_ que a decir de Arturo Uslar Pietri_ considera al hombre como un misterio en medio de los datos realistas. Tres escritores serían los precursores- y a la vez- los máximos representantes del realismo mágico en nuestra América: Miguel Ángel Asturias, Alejo Carpentier y Arturo Uslar Pietri. Después andarían por ese camino y dejarían sus huellas perennes: Jorge Luis Borges, Julio Cortázar y Gabriel García Márquez, por mencionar otra trilogía de maestros.

Un hecho político, común a sus países nativos, produjo el encuentro y reunión de estos precursores, que se convertirían en los propulsores de una literatura con sentido latinoamericano y reivindicadora de una estructura única, mágica y fantástica. Ese hecho fue, la existencia de las dictaduras que indujeron a los escritores a residenciarse en Francia.

Miguel Ángel Asturias, se cría durante la dictadura feroz de Manuel Estrada Contreras y en 1922 obtiene el título de Abogado, pero ante la represión del dictador José María Orellana, sus padres lo envían al exterior y llega a Inglaterra a principios de 1923. Meses después se radica en París.

Alejo Carpentier, nacido el 26 de diciembre de 1904 en La Habana, Cuba, cursa Arquitectura en la Universidad de La Habana, pero no los concluye. En 1923 Alejo ingresa al Grupo Minorista y en 1927 firma un Manifiesto emitido por ese grupo contra la dictadura de Gerardo Machado. Es encarcelado, sale bajo fianza y en marzo de 1928 se escapa de la isla y llega París.

Arturo Uslar Pietri, nacido en Caracas el 16 de mayo de 1906. En 1928 fue miembro relevante en la explosión de vanguardia y la revista Válvula. En febrero ocurren los sucesos políticos de la “Semana del estudiante”, contra Juan Vicente Gómez. Uslar publica su libro Barrabás y otros relatos. En 1929 obtiene el título de abogado y con un cargo de representación Diplomática que lo aleja de la patria viaja a París.

Así pues, este exilio reúne a estos escritores, quienes junto a otros latinoamericanos conforman tertulias, largas tertulias de política y literatura. En resumen, Domingo Miliani afirma de los tres que “…juntos leen y discuten las obras que están escribiendo. Comparten la intención de cambiar los códigos de la narración hispanoamericana, sustentada aún con las orfebrerías modernistas y el regionalismo pintoresco”. En tanto, Uslar evoca ese tiempo de tertulias con estas palabras:
“La noche se poblaba de súbitas e incongruentes evocaciones. Con frecuencia hablábamos del habla. Una palabra nos llevaba a otra. De “almendra” y el mundo árabe, al “güegüeche” centroamericano, o a las aliteraciones y contracciones para fabricar frases de ensalmo y adivinanza que nos metieran más en el misterio de las significaciones”….

Y lograron su propósito, cada uno con su estilo y su visión de América, el Caribe y del mundo. Desde luego, los tres se prepararon largamente para ello. Asturias, guiado por el profesor Georges Raynaud, realiza la traducción al español del Popol Vuh, el libro sagrado de los Maya –quiché, que contiene la mejor- es decir más completa y compleja- cosmogonía de nuestro continente. También tradujo los Anales de Xabil, libro sagrado de los indios cachiqueles. Esto produjo su gran baño cultural que le permitió dar forma a las leyendas e historias que rebullan en su cabeza y su corazón: Leyendas de Guatemala (1930). Alejo Carpentier, quien dirigió sus pupilas hacia el Caribe, confiesa que por esos años parisienses, se dedicó a leer todo lo que podía sobre América y que tuvo la certeza de que su obra sería profundamente Americana. Y aparece su primera gran novela: ¡Ecué- Yamba- O! (1933). Y Arturo Uslar Pietri, además de admirar a Asturias y conocer las tendencias del surrealismo, entrega su primera novela que vuelve los ojos al alma nacional venezolana: Las Lanzas Coloradas (1931)

Este preámbulo es necesario para opinar en torno a Miguel Angel Asturias, un intelectual que desde la diplomacia y la política combatió las dictaduras y el imperialismo yanqui, y con acierto produjo una literatura con temática de su país y también revestida de universalidad. Estos dos hechos, en suma, valieron para que le otorgaran el Premio Nobel en 1967. Ahora bien, más desde el ángulo didáctico que estructural y temático, la novelística de Asturias se puede comprender desde tres vías principales: La mitológica, la realista- social y la histórica o política.

Lo mitológico
: La cosmogonía de América y particularmente de Guatemala, la capital de la cultura Maya, se destacan en sus novelas: Leyendas de Guatemala; Hombres de maíz; Mulata de tal; Maladrón (Epopeya de los Andes Verdes) y El Alhajadito.

El realismo social
: Es determinante en la llamada Trilogía bananera, que conforman: Viento fuerte; El Papa Verde y Los Ojos de los Enterrados. En resumen, tratan de la explotación del banano y el maltrato a los trabajadores por parte de las compañías norteamericanas.

El ámbito histórico
: Propiamente político de Guatemala – y por extensión de América_ es tratado de manera profusa, reflexiva y valiente en las novelas: Señor Presidente; Week-end en Guatemala y Viernes de Dolores. Señor Presidente, es la denuncia del dictador Manuel Estrada Cabrera, entre 1898 y 1920. Week- end, relata la caída de Jacobo Arbenz en 1954 y el ascenso del coronel Carlos Castillo Armas con la ayuda de la United Fruitt Company. Igual intromisión yanqui se produjo en 1931 cuando se impuso el dictador Jorge Ubico durante trece años. Y Viernes de Dolores, donde se denuncia el gobierno de José María Orellana, entre 1921 y 1925. El Viernes de Dolores, era una protesta política que se hizo en Guatemala en 1897 y 1898 durante la dictadura de Estrada. Luego se repitió la huelga en 1921 y 1922, donde tuvo participación Asturias, quien siendo estudiante universitario combatió al presidente José María Orellana.

Desde luego, hay que entender que toda la novelística de Miguel Angel Asturias está unida por un eje transversal de narrativa fantástica. Hay una unidad entre novela y novela: Presentación o descripción del ambiente geográfico y psicológico donde se desarrollan los conflictos. Esto se observa en Leyendas de Guatemala: Guatemala y sus ciudades enterradas. Señor Presidente: En el Portal del Señor, la catedral y la Plaza de Armas. Viernes de Dolores: El cementerio. Maladrón: Los Andes Verdes, con sus los lagos verdes y sus montañas verdes.

Pero además, el modo fantástico exige a su vez, una estructura renovadora que Asturias elabora con este basamento: Lenguaje especial. Drama. Poesía y Cromatismo.

El lenguaje:
Es determinante para expresar todo el cúmulo de leyendas, mitos, cosmogonías y hechos políticos reales que aparecen las novelas. Para ser renovador, era necesario un lenguaje distinto al español tradicional, que diera fuerza a la narrativa. Por eso, recurre, al acopio verbal del indígena y al quebrantamiento del español tradicional y aplica la “ortografía arbitraria”, que le permite, además de inventar palabras, insertar las aliteraciones, reiteraciones, onomatopeyas, paralelismos y acotaciones que caracterizan su obra. Con estos recursos logra trastocar la ortografía y la semántica. De su renovación lingüística en la narrativa, Uslar Pietri dice que Asturias “Inventaba palabras o las descubría, o parecía inventarlas al darle nuevos e inesperados sentidos”.

El Drama
: Es la forma que permite acentuar la acción y la animación de los personajes, que provienen de dioses, brujos, seres, animales y cosas. Papel importante juega el uso de la Máscara, lo que permite a los personajes, (hombres y dioses) actuar en desdoblamiento y decir lo que tienen que decir. Una narración lineal no daría el mismo efecto de acción y conflicto.

La poética
: Necesaria para alejarse del discurso simple y realista, es lo que permite afianzar el valor cultural tanto de la tradición hispana como de la cultura Maya- quiché, superior en varios aspectos a la europea. La poética, pues, es vehículo expedito para expresar el valor, la imagen y el símbolo de las leyendas y cosmogonías. Además de esta poética como modelo lingüístico hay que notar la inserción del poema como género, que abunda en la obra Asturiana.

El cromatismo
: Aspecto narrativo que permite elaborar los “cuadros” donde se refleja el modo de vida y la percepción del indígena en: el vestido, el ambiente, cielo, montaña y lagos. El color, puro y brillante, es una característica enraizada en la psiquis del indígena que contrasta con la palidez del europeo: Roja sangre humana; verde sangre vegetal; Verde absoluto y amarillo refulgente es el maíz, símbolo de la riqueza. Los Andes Verdes, siempre verdes. Verdes los lagos. De colores puros y vistosos se cubrían los brujos, doncellas y dioses. No por otra razón, el bellísimo Quetzal (en mejicano) Kukul (en quiché) es el ave “protector” y símbolo de Guatemala. Y no menos importante para la retina del indígena son los destellos del guacamayo y el colibrí.

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