Gabriel Figueredo, Yaracuy 1981, nos presenta El Emisario, El Perro y la Rana 2010, un conjunto de relatos breves, donde precisión y fluidez confluyen para mostrar la vida desnuda de sus seres cotidianos. Ambición, homenaje y parodia atraviesan las páginas de este libro de cuentos que viene a enriquecer el panorama de la nueva narrativa venezolana.
El mosaico de historias y personajes que el autor nos revela en cada página da cuenta de la mirada de un joven que escudriña su entorno, lo cuestiona, lo parodia e interpreta. Desde una nueva versión para la célebre novela El Viejo y el Mar, hasta la mirada morbosa de un minusválido que se deleita con “Un mundo, que a pesar de su indiferencia, es su mundo (…) La infinita cantidad de zapatos andantes; zapatos pulidos, gastados, lejanos. Un mundo de piernas, de glúteos y quien sabe que más”.
Se cruzan en la cuentística de Gabriel Figueredo mundos que coexisten sólo delante de quien sabe ver, pueblos donde el asesinato de un bambinero se hace tan popular que llega a representar el atractivo más importante para los turistas; un grupo de escritores que odian al jefe, pero al perderlo, corren en busca de sustituto; hombres celosos que matan rivales, niños que sueñan matar a sus padres, todo con un lenguaje desenfrenado, natural, casi una conversa fluida que sólo se ve interrumpida por algunos excesos de adjetivación que el autor sabrá depurar con oficio y relectura.
Destaca de entre la selección el cuento Súbditos, muy atinado para cerrar la muestra. En este relato el autor consuma las estrategias que viene desplegando en los textos anteriores y logra, a partir de una interesante premisa, la precisión, la fluidez y la esfericidad que exige el cuento moderno. La intromisión de una voz en segunda persona, cuando el cuento está narrado en tercera, añade un carácter de omnisciencia que eleva el cuento en su punto álgido.Es ahora Gabriel Figueredo una nueva voz dentro del nutrido movimiento de narradores breves que hacen vida en el Yaracuy destacándose a escala nacional e incluso internacional, siguiendo las buenas marcas que han legado reconocidos escritores como Rafael Zárraga y el mismo Gabriel Jiménez Eman.
Juan Manuel Parada
Editor