Ante el inclemente paso del tiempo, aquella verde y planísima llanura le sirvió de aposento y lo cobijo en su lecho, haciendo dulce y placentero su sueño con los elementos que la naturaleza le proporcionaba, tanto así que hasta hoy duerme profundamente, (camino mucho en aquella larga travesía buscando agua y alimento hasta caer rendido); el polvo arrastrado por el viento lo fue cubriendo lentamente hasta formar lo que hoy llamamos “montañas”, sin embargo a veces se mueve para estirarse o cambiar de posición, entonces ocurre lo que los humanos llaman temblor o terremoto de acuerdo a la magnitud del movimiento . No quiero imaginar lo que pasaría si despierta y decida levantarse a caminar; El Dinosaurio no se extinguió como piensan todos, solo duerme, allá esta, es aquella inmensa montaña, la ves.
El eterno
_Vengo por ti, llego tu hora simple mortal (dice la muerte)
_Mentirosa, quien dijo que tú, entidad inevitable participas a las personas cuando llega la hora de partir, no, tu llegas de sorpresa, no voy a ir contigo lo siento mucho, no es mi tiempo aun, además para que lo sepas, yo soy eterno.
Y la muerte se fue sola.
La vecina enferma
Esta vez sí creo que está enferma la vecina, no le han dado los ataques ni se ha desmayado, no grita como loca de dolor, pero está muy pálida y no para de hablar con su marido a pesar que el ya tiene cinco años de muerto.
El concurso
Cincuenta palabras para un cuento, no es mucho, pero que puedo hacer son reglas del concurso, que tema puedo abordar con estas limitantes: un cuento infantil, una fabula, una vivencia urbana, como recrear algo con escasas palabras sin deslucir la historia… ¡NO JODA! mejor no escribo un coño.
Desesperado
Bruscamente interrumpe su sueño, abre los ojos y con cierto recelo echa un vistazo a aquella desconocida habitación, no sabe como llego ni el ¿Por qué? esta allí, la intranquilidad se apodera de su ser, comienza a dar vueltas de un lado a otro en aquella inmensa cama que no es la suya, se percata que a un costado de la cama hay algunas hojas de papel varios lápices y colores, toma un lápiz con mucha torpeza( quizás tenia sueño aun) trata de escribir sobre el papel, tras algunos garabatos sin sentido suelta el lápiz y arremete contra el papel rayado, con desesperación y fuerza lo arruga lo lleva a su boca luego de humedecerla con sus labios lo rompe y arroja al suelo, continua algo desesperado, comienza a transpirar mucho, vuelve a coger el lápiz, trata de escribir pero no logra coordinar los movimientos de su mano, está muy nervioso, grita muy fuerte al mismo tiempo que arroja el lápiz al suelo, comienza a retorcerse y patear con furia la cama, da vueltas como loco, suda muchísimo más, ya cansado en medio de tanta desesperación comienza a llorar y a llorar, con un llanto muy fuerte como si un gran dolor lo hubiese invadido, rápidamente abren la puerta de la habitación, es una mujer, al verla se incrementa el llanto y el pataleo, ella se acerca lo toma en sus brazos, el se va calmando lentamente, ella seca el sudor de su rostro y cuello, tiene la nariz tupida, cuando intenta limpiarle comienza a llorar con intensidad nuevamente , hasta que madre al fin, lo acurruca y llena de mimos, descubre su pecho y procede a amamantarlo, luego le dice: _ya bebe ya, tranquilo no seas malcriado, mira lo que hiciste, le dañaste toda la tarea a Paola, ahora no va a querer ir para la escuela.
Aquella canción
Ella ya no oye aquella canción que le dedicara su enamorado, no quiere recordar aquel amor que tanto le juraba, nunca le creyó, por eso lo rechazo de todas las formas posibles.
El ya no oye aquella canción que dedicara a su enamorada, no quiere recordar aquel amor que tanto le juro, nunca le creyó, por eso lo rechazo de todas las formas posibles.
Ella y el (cada quien por su lado) sin querer algunas veces oyen aquella canción y extrañamente suspiran por lo que pudo ser un gran amor.
La vedette.
Ahí está ella, hermosa, en medio de todos, como joven debutante llena de nervios antes del baile, sola en medio de ese mar de piernas masculinas que aguardan el inicio para tratar de conquistarla, divertirla, demostrar sus dotes, ganarla para sí. Ella erguida disimula calma ya casi es hora, luce impecable sobre la verde alfombra que resalta su blanca y joven piel, tiene el peso ideal ni una libra mas ni una libra menos las medidas que todas envidian, sin desasosiego espera el momento de deslumbrar con sus caprichosos movimientos, danza que atrapa a miles que hace que ni un instante dejen de observarla, hora y media de éxtasis total, fascinación que concluirá con alegrías o tristezas compartidas o no, pero en fin, es el resultado de la pasión que ella despierta.
Ahí está ella, como la luna llena con su brillantez que inspira y enamora, aguardando por el juez principal que se acerca con su formal traje a pasos lentos conversando con los dos capitanes al centro del mágico alfombrado, para dar el pitazo inicial de este emocionante encuentro donde ella es la vedette principal del show, desde ya se imagina atravesando el arco triunfante, girando rápidamente con su mágica danza y la gente presente explotara de alegría y cesaran los canticos de guerra para gritar todos eufóricos a una sola voz el gol .