Aproximación a la metodología de los cuentos sin historia

Narrativa. Autor: Carlos Manuel Cadena. Trujillano; 1961. Este texto pertenece a su libro Línea Ocupada, Editado por el fondo editorial Arturo Cardozo. Actualmente vive en Barquisimeto y se desempeña como docente. Cultiva además la poesía.
I

El sonido del claxon, él se movía lentamente, no llegaba, parecía jugar con la luz del semáforo. Inmediatamente el sonido estallando en las vidrieras.

II

A juzgar por el bastón era un hombre impedido, quizá viejo, seguramente tenía una voz cansada, desteñida, dilatada o contrita, aunque también pudo el bastón caer accidentalmente de un auto, o alguien lo abandonó juzgándolo sin utilidad. Lo extraño es el cuerpo, a quién pudo pertenecer, qué se hizo el dueño, cómo es que deja el cadáver y se va.

III

Tan feos que son los cadáveres, se hinchan, se revientan, manchan, se vuelven rígidos, polvo, entonces salen a volar, se pegan en las ventanas, uno se los respira y estornuda, todo esto impunemente, quién va a llevar a juicio a un cuerpo que alguien tiró, a quién reclama el juez. Es que un cadáver sin persona es simplemente un pedazo de carne pudriéndose.

IV

Cuando se llene el reporte, qué escribo, bueno habrá que inventar un argumento más o menos convincente, citar algo sin perder la ilación narrativa, claro, apelando a un recurso clásico, fácilmente puedo escribir:

Nombre y apellidos: Wolfan Amadeus Mozart.
Profesión: Músico
Estado civil: muerto.
Causa: atropellamiento.
Señales particulares: problemas motrices.

Desde luego se le inventa una historia para contársela a los amigos, uno puede decir que el viejo se atravesó porque tenía una penosa enfermedad, por ejemplo un cáncer linfático. Contar que su familia lo había abandonado, que era inmigrante y estaba muy solo, que estaba presionado por una deuda de juego, que tenía una amante cuarenta años más joven, relatar que al morir su mujer él decidió suicidarse. Uno puede decir lo que le vega en gana, si encontramos solamente al cadáver y no a la persona responsable, uno puede inventar y no hay manera de comprobar lo contrario.

Un poco más difícil es con el bastón, generalmente llevan impresa la marca, por esto se sabe que alguien lo hizo, que alguien lo compró, que alguien lo usaba, que alguien lo abandonó, pero un cadáver si no posee persona, entonces, un cadáver puede ser cualquier cuento, aguanta todo, hasta un cuento sin cuento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

SUBE TUS TEXTOS EN FORMA DE COMENTARIOS, Y AGREGA UNA PEQUEÑA RESEÑA SOBRE TU VIDA Y OBRA