Liz Rosbery Rojas Camacho, Barquisimeto, 1985. Profesora de Castellano y Literatura egresada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador en Julio de 2009, actualmente cursa una maestría en Lingüística en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador.
Verónica camina por las calles cercanas al puerto, su cabello como colgantes conchas de nácar resplandece con la luna. Camina despacio mientras la música se aleja, el cortometraje de Roberto bailando merengue y besuqueando a Lucia le arranca llanto.
Juan Antonio desde la orilla inhala el aire húmedo y siente en su cuerpo el calor de la tierra, sus ojos se llenan de la luz de las casas y los rostros conocidos.
El paso lento de Verónica la deja sentir su pecho oprimido, las olas rompiendo en el malecón y el carnaval cesan en sus cavilaciones Juan Antonio lleva el peso del bolso que tomó para partir hace siete años, puede ver la calle vieja con el alboroto de las fiestas de agosto.
Verónica lamenta su mudanza a Lanceros, piensa que prefiere prestar servicios en el hospital de algún otro pueblo lejano.
Juan Antonio siente su corazón marchar como un barco que corta el viento, quiere volar, abre su boca para absorber el lugar de sus recuerdos. Corre, corre inagotable por la calle del centro persiguiendo a la música, y se maravilla al ver una mujer que con vestido blanco lo recibe, la mira y un impulso lo hace besar la boca que cree de avellanas.
Verónica sin percatarse se encuentra cercana al cuerpo sudoroso de un desconocido, del cuerpo con olor a sal que la besa inconteniblemente. La música regresa a sus oídos, siente que el mar baña su piel, y en las calles cercanas al puerto carcajadas y aplausos los miran.
Hoy he leido a tres mujeres y, sin orden jerárquico Ud. ha sido la tercera que me ha impactado. Yo, Ediciones sigue cumpliendo su cometido. Ejercicio de brevedad logrado hacia ese beso sudoroso en labios de avellana.Gracias.
ResponderEliminargracias, se siente maravilloso compartir y disfrutar de tanta creación,de mano de artístas larenses, también es bueno saber que esa frase puede ser gozada por otros así como yo lo hice al escribirla. nuevamente gracias!
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